La normativa europea sobre protección de datos y la nueva normativa española sobre este tema han introducido cambios en la política de privacidad web. Este apartado, desconocido para muchos de los que están en proceso de creación de una página web, es uno de los más importantes y no incluirlo puede dar lugar a importantes sanciones.
Qué es la política de privacidad web
La mayoría de las páginas web recopilan datos de sus visitantes, incluso las más sencillas. Basta con tener un formulario de contacto para que, a efectos legales, se considere que hay un manejo de datos personales.
A través del texto de política de privacidad, lo que se hace es explicarle al internauta para qué recoge el titular de la página esos datos y qué va a hacer con ellos, dándole a su vez la posibilidad de acceder a ellos y cancelarlos o modificarlos si lo considera necesario.
A qué afecta la política de privacidad
Tras la entrada en vigor del Reglamento General Europeo de Protección de Datos (RGPD) en 2018, la recopilación de datos llevada a cabo por páginas web está en el punto de mira de las autoridades encargadas de velar por la protección de datos.
Para poder hacer la recolección y tratamiento de datos hay que justificar que esta acción es realmente necesaria. En el caso de una tienda online esto no suele suponer ningún problema, puesto que para enviar un pedido a un cliente es necesario conocer información variada como su nombre completo, su domicilio o su correo electrónico.
El problema viene cuando se trata de otro tipo de páginas web en las que no hay una relación comercial directa entre el visitante y la empresa o el profesional, que es dueño de ese espacio online.
A pesar de ello, con carácter general se entiende que el tratamiento de datos puede ser realizado en todo tipo de páginas web, siempre y cuando se haga de forma acorde con la legalidad y se informe debidamente a los usuarios tanto del tratamiento que se va a llevar a cabo como de sus derechos, y para eso existe precisamente la política de privacidad web.
A día de hoy todas las páginas web están obligadas a tener un texto de política de privacidad que el usuario pueda consultar, y lo mismo ocurre con los correos publicitarios, que deben llevar un enlace hacia el texto referido a la protección de datos.
Cómo crear la política de privacidad
Este texto debe ser accesible y muy claro, evitando el uso de tecnicismos que puedan hacer que el interesado no entienda realmente lo que se le está diciendo. Además, el apartado de política de privacidad debe ser fácilmente visible desde cualquier navegador y estar libre de todo obstáculo que pueda interferir en la lectura, como anuncios o banners.
Lo que no puede faltar dentro de la política de privacidad son:
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Datos de contacto del responsable de la web
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Datos de contacto del delegado de protección de datos
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Licitud del proceso de recolección de datos
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Objetivos del tratamiento de los datos
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Destinatarios de los datos
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Plazos de conservación
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Derechos del interesado
La política de privacidad web puede ser diferente en cada caso, pero estos elementos no pueden faltar nunca. No obstante, como es un tema bastante complejo, lo mejor en muchos casos es dejar la elaboración de este texto en manos de expertos legales.