En un entorno como el actual, donde la globalización y la dependencia tecnológica ha transformado al mercado en un ente mucho más dinámico y competitivo, el concepto de mejora continua debe ser una prioridad en aquellas empresas que quieran alcanzar buenos resultados y crecer en el futuro.
Utilizar el benchmarking como técnica para mejorar los procesos, productos y servicios es una de las mejores alternativas, buscando aquellas empresas de éxito que lo están haciendo bien, y comparándolas con la propia para poder aplicar mejoras.
A continuación, veremos qué es benchmarking y su importancia en el proceso de mejora continua de cualquier negocio.
Qué es el benchmarking y para qué sirve
Benchmarking tiene el significado de realizar o tomar comparadores (benchmark) y hace referencia al proceso para recopilar, crear, comparar y analizar información que permita evaluar el funcionamiento de productos, servicios y procesos dentro de una empresa con el objetivo de mejorarlos. El benchmarking se basa en una serie de indicadores (métricas o KPIs) que permiten controlar y analizar tanto los procesos internos de un negocio como a su competencia.
En el benchmarking se utilizan empresas como referencia para realizar una comparación con el propio negocio para así detectar aquellos puntos que pueden mejorarse y aplicar los cambios y correcciones necesarias para lograrlo.
Los objetivos principales que se persiguen con el benchmarking son:
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Incrementar el nivel de eficacia con el que se realizan los distintos procesos del negocio.
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Aumentar la eficiencia haciendo un mejor uso de los recursos y reduciendo el tiempo y esfuerzo necesario para realizar las tareas habituales de la empresa.
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Implantar un sistema de mejora continua, que no se quede en acciones puntuales y aisladas.
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Llegar a ser un referente dentro del sector.
Por qué es bueno contrastar estos datos
Todo este proceso de benchmark en marketing genera una gran cantidad de información que debe ser procesada, analizada y comprobada para poder evaluar si los informes de mejora obtenidos son fiables, y los cambios que se proponen a realizar en la empresa tendrán resultados beneficiosos para la misma.
Es importante realizar una buena selección de las empresas que van a ser objeto de estudio para poder disponer de los recursos necesarios para afrontar este proceso. Si no se tiene la capacidad de realizar un estudio y análisis profundo de una empresa porque no se disponen de los recursos o del acceso a los datos necesarios, el benchmarking será una auténtica pérdida de tiempo, y las conclusiones obtenidas carecerán de valor.
Benchmarking y su definición nos indican que la comparación con otras empresas es una de las mejores formas de mejorar los puntos débiles del negocio y afianzar aquellos fuertes.
En el proceso de benchmarking se recopila una gran cantidad de datos, tanto a nivel externo como externo. Contrastar y hacer uso de toda esa información puede ser una ventaja competitiva para la empresa.